Correspondencia 1925-1975 (bultmann-heidegger)
de Martin Heidegger![Correspondencia 1925-1975 (bultmann-heidegger)](/portada/QuJB9uj0ozD6hrlSZYUVhcjCXNlVXrJfhPA6XS21oEU1hqDRoNL1Fcb1jHj1IH93IcszUHszUmbAjzda9P9.jpg)
En 1923 Martin Heidegger dejó su puesto de profesor en Friburgo y aceptó la invitación de enseñar en Marburgo. Su llegada supuso el encuentro con Rudolph Bultmann marcando el preludio de un singular diálogo eminentemente productivo.
La correspondencia entre Heidegger y Bultmann se extiende a través de un periodo de más de medio siglo. En las cartas, junto a temas de política universitaria y de asuntos personales, se trata una y otra vez del problema fundamental de la relación entre filosofía y teología.
Entre las tensiones y los alejamientos que caracterizan la amistad entre ambos, surgen las formas de vida de la fe y las de la filosofía. En palabras de Heidegger, hay en juego una «enemistad mortal». Pero precisamente esta oposición radical tiene que «sustentar la posible comunidad de teología y filosofía como ciencias».
(guia de correspondencia comercial ingles-espaÑol) comercial corr espondente
- Fecha de lanzamiento: 25/03/2011
- Traductor: RAÚL GABÁS
- Plaza de edición: BARCELONA
- Año de edición: 2011
- ISBN: 9788425426513
- Encuadernación: Tapa blanda
- Idioma: CASTELLANO
- Editorial: HERDER
- Nº de páginas: 400
Amor y filologÍa: correspondencias (1943-1948)
En 1923 Martin Heidegger dejó su puesto de profesor en Friburgo y aceptó la invitación de enseñar en Marburgo. Su llegada supuso el encuentro con Rudolph Bultmann marcando el preludio de un singular diálogo eminentemente productivo.
La correspondencia entre Heidegger y Bultmann se extiende a través de un periodo de más de medio siglo. En las cartas, junto a temas de política universitaria y de asuntos personales, se trata una y otra vez del problema fundamental de la relación entre filosofía y teología.
Entre las tensiones y los alejamientos que caracterizan la amistad entre ambos, surgen las formas de vida de la fe y las de la filosofía. En palabras de Heidegger, hay en juego una enemistad mortal. Pero precisamente esta oposición radical tiene que sustentar la posible comunidad de teología y filosofía como ciencias.
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