El universo de cristal: la historia de las mujeres de harvard que nos acercaron las estrellas
de Dava Sobel![El universo de cristal: la historia de las mujeres de harvard que nos acercaron las estrellas](/portada/QuJB9uj0ozD6hrlSZYUVhcTCXNlVXrJfhPA6XS21oEU1hqDRoNL1Fcb1jHT1IH93IcsdUcXBUHjAjpda9P9.jpg)
A mediados del siglo XIX, el Observatorio de Harvard comenzó a emplear a mujeres como calculadoras o "computadoras humanas" para interpretar las observaciones que sus contrapartes masculinas realizaban por telescopio cada noche. Al principio este grupo incluía a las esposas, hermanas e hijas de los astrónomos residentes, pero pronto incluyó a graduadas de las nuevas universidades de mujeres Vassar, Wellesley y Smith. A medida que la fotografía transformaba la práctica de la astronomía, las damas pasaban de la computación a estudiar las estrellas capturadas en placas fotográficas de vidrio.
El universo de cristal del medio millón de placas que Harvard acumuló durante las décadas siguientes permitió a las mujeres hacer descubrimientos extraordinarios: ayudaron a identificar de qué estaban hechas las estrellas, las dividieron en categorías significativas y encontraron una manera de medir distancias en el espacio por la luz que emiten. Entre estas mujeres destacaban Williamina Fleming, una escocesa contratada originalmente como criada que identificó diez novas y más de trescientas estrellas variables; Annie Jump Cannon, que diseñó un sistema de clasificación estelar adoptado por los astrónomos de todo el mundo y que sigue vigente; y la doctora Cecilia Helena Payne, que en 1956 se convirtió en la primera profesora titular de astronomía, y la primera mujer jefa de departamento de Harvard.
(pe) toda la felicidad del universo
- Fecha de lanzamiento: 16/01/2017
- Plaza de edición: ESPAÑA
- Año de edición: 2017
- ISBN: 9788494645310
- Encuadernación: Tapa blanda
- Idioma: CASTELLANO
- Editorial: CAPITAN SWING
- Nº de páginas: 378
100 cuestiones sobre el universo: del big bang a la busqueda de vida
A mediados del siglo XIX, el Observatorio de Harvard comenzó a emplear a mujeres como calculadoras o «computadoras humanas» para interpretar las observaciones que sus contrapartes masculinas realizaban por telescopio cada noche. Al principio este grupo incluía a las esposas, hermanas e hijas de los astrónomos residentes, pero pronto incluyó a graduadas de las nuevas universidades de mujeres Vassar, Wellesley y Smith.
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