No tengo tiempo: geografias de la precariedad
de Jorge Moruno![No tengo tiempo: geografias de la precariedad](/portada/QuJB9uj0ozD6hrlSZYUVhcsCXNlVXrJfhPA6XS21oEU1hqDRoNL1Fcb1jms1IH93IcsBUmTBUH9zUpda9P9.jpg)
La demolición de los derechos de los trabajadores se observa en el lenguaje de la economía on demand: no trabajas para, sino que colaboras con; no te despiden, te desconectas; no te controlan, te valoran. Nos hemos convertido en pilas que fabrican datos, braceros de la información, jornaleros del consumo. Vivimos la servidumbre cotidiana como si fuera una actividad liberadora.
La vida y el trabajo se integran, no se concilian, y las relaciones sociales capitalistas colapsan las arterias sociales con ese colesterol llamado «mercancía». Si todo depende de lo que pasa, nos convertimos en esclavos de la coyuntura, siempre disponibles por lo que pueda llegar a pasar en un mundo donde nos acaba pasando de todo. Este es el laberinto que tenemos que resolver: el tránsito que va del «no tengo tiempo» a la sociedad del tiempo garantizado.
«Una guía fundamental para comprender las mutaciones del trabajo contemporáneo.»
Raimundo Viejo
«Jorge Moruno se ha convertido en un pensador imprescindible de y contra la era de la precariedad.»
Íñigo Errejón
(I.B.D.) DICEN QUE TENGO TRASTORNO BIPOLAR: REFLEXIONES SOBRE MI LOCURA
- Fecha de lanzamiento: 26/02/2018
- Plaza de edición: ES
- Año de edición: 2018
- ISBN: 9788446045724
- Encuadernación: Tapa blanda
- Idioma: CASTELLANO
- Editorial: AKAL
- Nº de páginas: 128
(pe) tengo 18 aÑos y ni estudio ni trabajo: ¡monto empresas y vivo haciendo lo que me gusta!
La demolición de los derechos de los trabajadores se observa en el lenguaje de la economía on demand: no trabajas para, sino que colaboras con; no te despiden, te desconectas; no te controlan, te valoran. Nos hemos convertido en pilas que fabrican datos, braceros de la información, jornaleros del consumo. Vivimos la servidumbre cotidiana como si fuera una actividad liberadora.
La vida y el trabajo se integran, no se concilian, y las relaciones sociales capitalistas colapsan las arterias sociales con ese colesterol llamado «mercancía». Si todo depende de lo que pasa, nos convertimos en esclavos de la coyuntura, siempre disponibles por lo que pueda llegar a pasar en un mundo donde nos acaba pasando de todo. Este es el laberinto que tenemos que resolver: el tránsito que va del «no tengo tiempo» a la sociedad del tiempo garantizado.
A veces estoy contenta, pero tengo ganas de llorar
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